...Eso fue lo que me invadió cuando anoche llegué a casa y me encontré con la noticia y las imágenes que pasaba el noticiero. El negro Fontanarrosa se había muerto, y una extraña sensación en el estómago me invadió, como estar bajando constantemente de una montaña rusa... Y la tele pasaba las imágenes, y las lágrimas se me empezaban a caer. Porque era el 95% de las razones por las que uno espera la llegada de la revista Viva los domingos, leer el Inodoro Pereyra. Porque te hace pensar que a veces la vida es injusta. Cuando se supo de la enfermedad, me pareció injusto que justo le afectara la movilidad, a un tipo que labura dibujando, por suerte le quedaba la cabeza para seguir pensando, y ahora porque detesto que se muera la buena gente habiendo tanto garca dando vueltas.
Todos los años firmaba y dibujaba en la feria del libro. No firmaba sólo sus libros, sino lo que uno se pusiera delante. Las colas siempre fueron interminables, y hace un par de años atrás, no obstante, la hicimos para sacarnos el gusto de tener un mendieta sólo para nosotros. Yo le entregué un señalador para que lo dibujara del reverso (el anverso es una propaganda de un libro sobre el chocolate) y le pregunté si podía filmar cuando lo dibujase, el tipo me dijo que si amablemente. Eso habla de una humildad que viene junto con su enorme grandeza. Nos fuimos de ahí como chico con juguete nuevo.
eh aquí un recuerdo de ese momento. Mi señalador firmado, y el video del dibujo.
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ACÁ.
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