domingo, 27 de junio de 2010

2015

Salí a mirar solo de curiosidad
y ahora estoy enloqueciendo
ya sé éstas rejas me cuidan de todo
pero me ahogan también.

Caminabas con la bolsa de pan
poco pero calentito
y tu hermanito puro mocos y barro
tropezando, levantandosé....

Y yo tan solo aquí en mi jaula de oro
y vos tan pobre pero libre
pero libre y hermosa

Todo lo que soy lo soy aquí adentro
del triciclo al primer beso
siempre dudando siempre temblando
siempre alejándome
cambio todo lo que hicieron de mi
por tomarte de la mano
y caminar por tu calle, tu barrio
saludando, respirando...

Y yo tan solo aquí en mi jaula de oro
y vos tan pobre pero libre
pero libre y hermosa.

Miedo a la calle
tengo miedo a la gente
miedo como una nueva religión
miedo a encontrarte
tengo miedo a tocarte
miedo a saber que ya no podré
jamás vivir sin miedo...

sin miedo....

Arbolito

Reflexiones desveladas

Hace algunos años atrás, nos planteábamos con un querido amigo, si la vida no sería mas fácil si ésta tuviese un manual de instrucciones. Algo... un simple instructivo que nos pueda decir cómo hacer para llevarla bien, sin tener que sufrir innecesariamente, sin tener que equivocarnos, y hacer sufrir a otros innecesariamente. Lo pensamos, y luego decidimos que definitivamente, seríamos como personas sin alma, como robots... o tal vez como aquella gente de un libro de Huxley, "Un mundo feliz", cuya vida está condicionada para que cada uno crea que lo que le tocó ser en ésta vida es lo mejor que le podría pasar... y así, cada uno se conforma con lo que le toca, cada uno es "feliz", con eso que le toca... ¿Y la libertad? La más simple libertad de poder llorar, de poder gritar, de poder sentir, de enamorarse, de que te rompan el corazón? Creo que prefiero mil veces eso... equivocarme, sufrir, pero libre, siempre libre... y es así que hoy no me arrepiento de nada. No me arrepiento ni de los viajes, de no haber estado en aquellos momentos que debería (porque de eso también aprendí), no me arrepiento de haber abrazado a quien sentía abrazar... no me arrepiento de mis silencios, de mi falta de respuesta, porque cada uno de los que me conoce ya sabe cómo soy, y que muchas veces el no decir TE QUIERO no quiere decir que no lo quiera, porque uno demuestra su amor hacia los demás con acciones, más que con palabras, no me arrepiento de ser buena persona (o al menos de creer ser una buena persona, es difícil juzgarse a uno mismo en ésta materia), y haberme dejado pisar a veces por no crear problemas, como tampoco me arrepiento de haber creado problemas por no dejarme pisar. No me arrepientos de los besos, no me arrepiento de decir las cosas, y tampoco me arrepiento de no decirlas... no me arrepiento de haber herido (porque de eso el otro aprendió, y yo también), y tampoco de que lo hayan hecho conmigo, de haber llorado tanto, tanto por amor... de no haber llorado tanto por amor, de no haberte dado otro beso, de que me hayan roto el corazón, de no haberle dicho nunca que lo quería, de haberle dicho que lo quería, cuando sabía que del otro lado no era así... De haberle gritado a quien no debería gritarle, de haber llorado de arrepentimiento... no me arrepiento de haber aprendido a vivir a los golpes, a lágrima suelta, porque así se crece, es la única manera, no tenemos un manual de instrucciones...

sábado, 5 de junio de 2010

Inherente

INHERENTE. (Del lat. inhaerens, -entis, p. a. de inhaere, estar unido.) adj. Dícese de toda determinación de un sujeto, que es afirmación de este sujeto y sólo existe por él. II Dícese de toda determinación de un sujeto que constituye un modo de ser intrínseco a ese sujeto y no una relación con otra cosa. II Que no se puede separar de otra cosa, pues está unido a ella por naturaleza.

Hace días buscaba la palabra correcta para describirlo, y hoy, caminando tranquilamente por la calle, mientras el tibio sol de otoño me pegaba en la cara, me encontré susurrándola... Inherente... inherente a mi... un modo intrínseco que tengo de ser, sólo mío, y que no tiene que ver con los demás... no tiene que ver con quién tenga enfrente, no tiene relación a otra cosa, a otra persona que no sea yo... Y no lo puedo separar de mi, es inherente a mi... inherente... está unido a mí por naturaleza... inherente... inherente a mi... inherente... yo vengo con ésto, vos tomalo o dejalo...

martes, 1 de junio de 2010

¡Oid el ruido de rotas cadenas!

No puedo con mi genio... es más fuerte que yo... Y si puedo confiar en que doce uvas pueden bastar para echar a perder mi suerte (ver, doce campanadas, doce uvas, doce meses), también puedo pensar que entonces mi problema no son las uvas de año nuevo, sino que son las roturas que permanentemente hago a toda cadena de mail que me envían, y que me promete la felicidad eterna si yo le reenvío tal cosa a 12, 20, 3o... contactos? Mujeres? Amigos de verdad?... y a mi, que no me gusta jorobar demasiado a mis... contactos... mujeres? Amigos de verdad? con éstas cosas... rompo las cadenas, y así dejo otra vez la suerte echada a que realmente no creo en qué un rayo me vaya a partir la cabeza mañana, o que ahora, por ésto, no vas a encontrar el amor en tu puta vida... Todavía no creo... pero si empiezo a creer?? entonces... Entonces estoy completamente fregada!!!!!