sábado, 29 de diciembre de 2012

Tiempo impuesto, tiempo de balances...



Creo que siempre a esta altura del año me encuentro pensando lo mismo. El tiempo, el modo en que el hombre ha encontrado para medirlo... Los usos horarios... En este preciso instante alguien duerme en medio de la noche, alguien se levanta para desayunar, alguien almuerza, alguien merienda, alguien cena, alguien se va a dormir... La tierra que gira, los usos horarios que se nos imponen... Los días que pasan... Los meses, los años... Los seres humanos que medimos el tiempo, miramos el reloj, el almanaque... Y tan así somos, que llegada esta época del año, en dónde la medida del tiempo nos indica que el año se termina, y asumimos que con eso se cierra un ciclo, y nos encontramos en el medio de balances... inútiles balances de fin de año... fin de año? Fin de qué? de un ciclo impuesto? Otra vez... Y sin embargo, acá estamos... Metidos en el engranaje que se nos impuso, pensando, balanceando, tratando de sacar una conclusión válida de todo ésto...

Y a mí esta medida de tiempo me agarra en silencio... En una terrible necesidad de silencio... De salir a caminar sola, de estar acompañada, pero en silencio... Son días de pocas palabras, palabras dichas... Quizás es el modo de ordenarlas adentro... De ordenar aprendizajes... De balancear aquello que terminamos sacando en positivo de todo este ciclo. 

"Algo habrá para aprender, y me entrego nomás al misterio..." cantan unos amigos míos (bah, a esta altura ya los considero mis amigos)... Y seguramente sea la frase que resume mi año...

Y es que a veces la vida te sacude, y te hace entender que si no la disfrutás en el medio, los fines carecen de sentido. La vida está hecha para disfrutarla, y sobre todo, para aprender, y disfrutar sus misterios.

Este año aprendí que de nada sirve planear, porque las cosas nunca salen cómo las planeas! Entonces, entregate al misterio de lo que viene, con alegría, con paz, con esperanza... y viví, y sé feliz, simplemente...

Este año aprendí que hay cuestiones, relaciones, que no tiene sentido forzar... Si alguien se acerca, o se aleja de tu vida, por algo será, quizás sus búsquedas son distintas... No tiene sentido enojarse, la vida verá si luego los vuelve a acercar, o no... Mientras seamos felices...

Este año aprendí a no esperar... A simplemente vivir, hoy, lo que me pasa, sin más... Vibrar con eso que siento, hoy, sin proyectar, sin pensar demasiado, disfrutar el momento.
Este año aprendí que ahora, hoy, acá, estoy, mañana, quien sabe...
Este año aprendí que las sonrisas que de dibujan en las caras de los que te quieren, al verte, son el regalo más grande y más hermoso del mundo... Y que los mejores regalos que uno puede hacer, no cuestan un centavo...

Este año aprendí que la crisis de los 30 no existe...

A todos los que en este aprendizaje me han acompañado, gracias por eso... Muchos de ustedes seguramente ni siquiera estén enterados de lo partícipes que han sido... Y a los que saben lo partícipes que han sido, doblemente gracias! Y por supuesto, están invitados a caminar este 2013 a la par... Algunos seguirán estando, otros se sumarán, otros... quien sabe... De eso se trata!! Por muchos más kilómetros recorridos!!

ah! Y también aprendí que hay algo que se llama meningitis viral... Y que para ello no hay vacunas que valgan! Y que si bien la cabeza duele, al parecer pasa, y no se rompe... No al menos en el sentido literal... aunque seguramente sí en otros sentidos.



lunes, 17 de diciembre de 2012

Última velada ChacKaStóN del año

Este año me ha tocado conocer a una banda de amigos... Entre otros, éstos que hacen de cada noche que los encontrás, una noche muy particular... particularmente... feliz... Eh aquí unas imágenes de la última velada del año... Y esperemos que el próximo sean muchas más!

sábado, 8 de diciembre de 2012

Actuaciones

Pero sea alegre o triste el semblante que asumamos, al adoptarlo y acentuarlo definimos nuestro humor prevaleciente. De aquí en adelante, mientras continuemos bajo el hechizo de este autoconocimiento, no solo vivimos, sino actuamos; componemos y representamos el personaje que hemos elegido, calzamos el coturno de la deliberación, defendemos e idealizamos nuestras pasiones, nos estimulamos elocuentemente a ser lo que somos, devotos o desdeñosos o descuidados o austeros; hablamos a solas (Ante una audiencia. imaginaria) y nos envolvemos graciosamente en el manto de nuestra parte inalienable. Así vestidos, solicitamos el aplauso y esperamos morir en medio de un silencio universal. Declaramos vivir de acuerdo con los elevados sentimientos que hemos manifestado, así como tratamos de creer en la religión que profesamos. Cuanto mayores las dificultades, mayor es nuestro celo. Por debajo de nuestros principios proclamados y nuestra palabra empeñada debemos esconder asiduamente todas las desigualdades de nuestro humor y nuestra conducta, y esto sin hipocresía, ya que nuestro carácter elegido es más verdaderamente nuestro que el flujo de nuestros sueños involuntarios.

Erving Goffman. La presentación de la persona en la vida cotidiana.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Los 15 de Arbolito

Instantáneas de una noche hermosa!!





Y si querés ver más fotos, podés verlas acá:



Los 15 de Arbolito

lunes, 24 de septiembre de 2012

Último día...


Último día de otra década que se va... la tercera...
Cerrar los ojos, tratar de no imaginar la impresión que causa saber que el número de la decena cambia de nuevo... Recordar las situaciones vividas en los cambios de década anteriores... Recordarlos como si fueran hoy... Los 10 fueron de juegos de té, y osos de felpa... Los 20 de amigos muy queridos, unos pocos... esos mismos, 10 años después... a los que se suma otro montón, agraciadamente, para los 30...
30 años de muchas cosas... Se te pasa el flashback de la vida por la cabeza, y no es crísis... no hay tal crisis, no la hubo...
Y sin embargo, estos últimos meses  fueron de un crecimiento agigantado, enorme... Demasiadas cosas vividas, sentidas... Demasiado por vivir, y por sentir...
A veces un hecho fortuito te cambia la cabeza para siempre... A veces, el simple hecho de plantearte que de un momento a otro podés no estar más... Que la vida es mucho mas frágil de lo que uno se piensa, y que entonces, más vale transitarla con felicidad, viviendo a cada instante, desprendiéndose de todo ayer que nos pesa, pensando en futuros que están ahí, al alcance de la mano, como esos pequeños proyectos que nos hacen felices, poco pretenciosos...
Caminar hacia aquello que nos hace felices, con la menor cantidad de peso posible, con la mochila vacía, casi despojada... Dar sin pensar en recibir... Dar por el sólo hecho de dar, sabiendo que, como dice León Gieco "es más vida querer regalar un poco de vida"... Siendo fieles a nuestros valores, a nuestros amigos... Disfrutando de las cosas que nos hacen felices, y que son intangibles... Detenerse un minuto a sentir el sol de la mañana en la cara, a ver cómo sus rayos se filtran a través de un vidrio, y dibujan todas las partículas que están volando en el aire... Meter las manos en la tierra, ver germinar una semilla, ver crecer una planta, ver salir esas flores... Detenerse a hacer un dibujo con tus sobrinos, a charlar con ellos, a tratar de enseñarles, algo, cualquier cosa, algo, a escuchar una canción, y bailarla, una, dos, tres... quinientas veces... Y el resto... el resto va y viene, el resto no tiene sentido si no priorizamos todo lo anterior...
Mucha gente ha pasado a lo largo de este camino... Mucha ha quedado por allí, en alguna banquina... Muchas siguen conmigo, en mi corazón, y en mi mente, alumbrándome con sus enseñanzas, con sus sonrisas... Muchas siguen físicamente, abrazándome día a día... Algunas pueden estar por ahí, colgadas de alguna palmera, pero siempre listas para bajarse cuando realmente hace falta... Todas ellas conforman quién soy yo, hoy... acá... terminando mi tercer década, entrando a la cuarta... cerrando fuerte los ojos, para soplar las velas, y que por delante haya un tres...

A todos ustedes, a quien se crea y sienta partícipe de este camino, muchas gracias.

domingo, 23 de septiembre de 2012

...


"Y sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen a la cosa, la copia a al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser... Lo que es sagrado para él no es sino la ilusión, así, lo que es profano es la verdad. Mejor dicho: lo sagrado se engrandece ante sus ojos a medida que disminuye la verdad y crece la ilusión, al punto que la mayor ilusión es también para él lo más sagrado."

Feuerbach, Prefacio de la segunda edición de "La esencia del cristianismo".

viernes, 21 de septiembre de 2012

Dicen que es Santa Rosa...


Esto es parte de lo que escribió mi amiga Sabrina hace ya 9 años atrás... Uno de los regalos más lindos que me han hecho en mi vida... Seguro los integrantes de mi familia reconocerán a algunos de los personajes...

"Dicen que es “Santa Rosa”… 
Los crédulos en ritos religiosos, los pobres seres que se dicen católicos aunque no saben bien por qué; ya a esta altura, ser creyente es más un trámite, una penosa costumbre que al fin de cuentas, te termina alejando, y produce (en la mayoría de los casos) reflexiones un tanto coherentes.
…La humedad aplasta densa las cabezas y las vuelve pesadas. El hormiguero universitario está cuasi desierto… y yo estoy por abrir la caja de la tan famosa Pandora. Podría decir que no existe tal, pero yo conozco el lugar en donde habita la amalgama de lo anacrónico y lo altamente cotidiano, lo inesperado pero esperado… Donde el aire se echa la casa al hombro y se va de paseo por los rincones, y se sienta a la orilla del día a mirar el atardecer… La casa… No es un lugar es… ellos. Recopilan en sus ojos la historia más digna de ser contada, la más fehaciente, trasmitida de generación en generación. Ellos con tiempo y sin tiempo, andando cada segundo, cada cual con su más particular movimiento de vida, pero dejando una marca registrada que inquieta, y te invita… Introducirte en semejante fantástico hemisferio, es no querer salir nunca jamás… Y sin embargo, es la magia de lo sencillo lo que te atrapa, una fina lluvia que resbala tranquila y sin apuros, increíblemente confortante, que después decide acompañarte a dónde vayas, y vos querés que te acompañe a dónde vayas; te convida a que te apropies de ella, como si supiera que querés cuidarla como el más afortunado tesoro… (...) Los gatos reciben maullando desde no sabés qué recóndito lugar, pero te observan cada movimiento, como los más fieles guardianes, atentos, sigilosos… ¿Por el living o la cocina? La cocina. Gracias. Ininterrumpido aroma a café brota de las paredes… La pava en el fuego casi, casi, a punto de irse hecha vapor… Claro, es que recién estoy entrando, y sólo una de las infinitas personas que frecuentan el lugar tiene destinada esa tarea… Parece como si me estuviera esperando, desde el último segundo que pasé por allí, desde que crucé el umbral de su gótica puerta negra (claro, no es gótica por ser negra…). Van y vienen, presurosos, perezosos, fatigados, a las corridas, bajan y suben una escalera, angosta y pequeña, la misma que sólo recorrí una vez. Después del descanso, sigue otra igual, pero no sé a dónde irá, quizás si. Cuentos y noticias de personajes (realmente, personajes) auto-exiliados, y tan queridos. Ausencia y presencia, más presencia. Busco mis utencillos para reanudar la tarea abandonada la última vez… claro, unos cuántos festejan ante mi menor movimiento hacia ellos. Ya lo saben. Dibujos garabateados me esperan, y me abrazan, cariñosos; cuasi pequeño adulto… Pruebas recién sacadas del horno dando vueltas en la mesa pronostican algunas puteadas, otras (la mayoría) saltos de qué bien! El ausente Galeano recita algunas palabras dispersas en el cuarto. El cuarto… Pinta en un pedacito de cielorraso los mejores y más soñados cielos oscuro-brillantes… Parece escondido, diría que pasa desapercibido; pero de noche… se enciende, y comienza la función. El pensamiento se enreda entre sus formas. El teléfono. Quién es? Suena y suena una y otra vez solicitando que lo encuentren… del otro lado, voces cercanas de tierras lejanas… voces extrañadas; voces que se esperan, voces que te esperan… sabían que seguro estaba ahí… sí, es para vos.
Cosas que no se dicen, pero se perciben con la mayor de las fuerzas… fotos, canciones, recuerdos, risas… En la cocina humea un olorcito a almuerzo… La encargada, cuantiúnica encargada de esa tarea, va y viene a los apurones… Se pone la mesa (claro que no sola; a veces, también es mi tarea, gustosa, por cierto). El recuento al grito de che! Vamos a comer!! Aparecen ellos… Salen como brotando de piso, o de alguna habitación que parecía desierta. Cada cual en su asunto, viene fuertemente murmurando…

Desde el mismísimo momento en que los conocés cambian un montón de cuestiones; ya son una parte de vos que anda en ellos. Se extrañan, no sabes cuánto, no sabés cuántos son… Pueden construir todo un pueblo, con sus fundadores respectivos (a quienes ya tengo quizás seleccionados), y el resto de la familia, son sus abuelos, padres, hijos, tíos, sobrinos, nietos, bisnietos… Estoy segura que en algún momento de tu vida vas a escuchar nombrar a los TERRIZZANO. No lo dudes ni un segundo: querelos…"

viernes, 3 de agosto de 2012

...

"...No hacemos más que mentir y darnos importancia. La palabra se hizo para exagerar nuestras sensaciones e impresiones todas... Acaso para creerlas. La palabra y todo el género de expresión convencional, como el beso y el abrazo... No hacemos sino representar cada uno su papel. ¡Todos personas, todos caretas, todos cómicos! Nadie sufre ni goza lo que dice y expresa, y acaso cree que goza y sufre; si no, no se podría vivir. En el fondo estamos tan tranquilos. Como yo ahora, representando a solas mi comedia, hecho actor y espectador a la vez. No mata más que el dolor físico. La única verdad es el hombre fisiológico, el que no habla, el que no miente..."

Miguel de Unamuno. Niebla.

domingo, 17 de junio de 2012

Cambiar la piel



Tres horas de charla con mi amiga Sabrina me llevó entender que la actualidad de mi vida se resume en esta simple canción!!

martes, 5 de junio de 2012

Luna y GNAC


Anoche leí este maravilloso cuento de Italo Calvino en Italiano,  y hoy busqué una traducción para poder compartirlo con quien por acá pase. 
Tomensé un tiempito para ojearlo,  hay gente que merece la pena ser leida!



Italo Calvino
traducción: Fernando Acevedo

La noche duraba veinte segundos, y veinte segundos el GNAC. Por veinte segundos se veía el cielo azul abigarrado de nubes negras, la hoz de la luna creciente dorada, subrayada por un halo impecable, y luego estrellas que, más se miraban, más tupían su punzante pequeñez, hasta la polvareda de la Vía Láctea, todo esto visto rápido rápido; cada particular sobre el cual uno se detenía era algo del conjunto que se perdía, porque los veinte segundos terminaban de inmediato y comenzaba el GNAC.
El GNAC era una parte de la publicidad SPAAK-COGNAC en el techo de enfrente, que estaba veinte segundos encendida y veinte apagada, y cuando estaba encendida no se veía nada más. La luna de improviso se desteñía, el cielo se volvía uniformemente negro y plano, las estrellas perdían el brillo, y los gatos y las gatas que hacía diez segundos lanzaban maullidos de amor moviéndose lánguidos uno hacia el otro a lo largo de los canalones y las cornisas, ahora, con el GNAC, se agazapaban sobre las tejas con los pelos erizados, en la fosforescente luz de neón.
Asomada a la mansarda en la que habitaba, la familia de Marcovaldo era atravesada por corrientes opuestas de pensamientos. Estaba la noche e Isolina, con sus dieciocho años, se sentía transportada por el claro de luna, el corazón se le derretía, y hasta el más tenue graznido de radio de los pisos inferiores del inmueble le llegaba como los retoques de una serenata; estaba el GNAC y aquella radio parecía pillar otro ritmo, un ritmo de jazz, e Isolina se extendía en su ropita estrecha y pensaba en los salones de baile a todas luces y ella, pobrecita, sola allí arriba. Pietrucio y Michelino, ocho y seis años, abrían grandes los ojos en la noche y se dejaban invadir por un cálido y suave temor de ser circundados por bosques llenos de bandidos; después ¡el GNAC!, y se desataban con los pulgares derechos y los índices rectos, uno contra el otro: -¡Arriba las manos! ¡Soy Superman!-. Domitilla, la madre, en cada apagarse de la noche pensaba: "Ahora a estos niños es necesario retirarlos, este aire puede hacer mal. ¡Y Teresina asomada a esta hora es una cosa que no va!" Pero todo después era de nuevo luminoso, eléctrico, afuera como adentro, y Domitilla se sentía como de visita en un asilo.
Fiordaligi, por otro lado, muchacho quinceañero precozmente desarrollado veía, cada vez que se apagaba el GNAC, aparecer dentro de la espiral de la ge la ventanilla apenas iluminada de una buhardilla, y detrás del vidrio un rostro de muchacha color de luna, color de neón, color de luz en la noche, una boca todavía casi de niña que apenas él le sonreía se cerraba imperceptiblemente y ya parecía abrirse en una sonrisa, cuando de repente de la oscuridad relampagueaba aquella despiadada ge del GNAC y el rostro perdía los contornos, se transformaba en una mortecina sombra clara, y de la boca niña no se sabía más si había respondido a su sonrisa.
En medio de esta tempestad de pasiones, Marcovaldo trataba de enseñar a los hijos las posiciones de los cuerpos celestes.
- Aquello es el Gran Carro, uno dos tres cuatro y allí el timón, aquello es el Pequeño Carro, y la Estrella Polar señala el Norte.
- ¿Y aquella otra qué cosa señala?
- Aquella señala la ce. Pero no tiene que ver con las estrellas. Es la última letra de la palabra COGNAC. Las estrellas, por lo contrario, señalan los puntos cardinales. Norte Sur Este Oeste. La luna tiene la joroba al Oeste. Joroba al poniente, luna creciente. Joroba a levante, luna menguante.
- Papá, ¿entonces el cognac es menguante? ¡La ce tiene la joroba a levante!
- No tiene que ver, creciente o menguante: es un anuncio puesto allí por la empresa Spaak.
- ¿Y a la luna qué empresa la ha puesto?
- A la luna no la ha puesto una empresa. Es un satélite, y está siempre.
- Si está siempre, ¿por qué cambia de joroba?
- Son los cuartos. Se le ve sólo un pedazo.
- También al COGNAC se le ve sólo un pedazo.
- Porque está el techo del edificio Pierbernardi, que es más alto.
- ¿Más alto que la luna?
Y así, en cada encenderse del GNAC, los astros de Marcovaldo se iban a confundir con comercios terrestres, e Isolina transformaba un suspiro en la respiración entrecortada de un mambo tarareado, y la muchacha de la buhardilla desaparecía en aquel anillo deslumbrante y frío, escondiendo su respuesta al beso que Fiordaligi había finalmente tenido el coraje de mandarle sobre la punta de los dedos, y Pietrucio y Michelino con los puños delante del rostro jugaban al ametrallamento aéreo -Ta-ta-ta-tá...- contra el anuncio luminoso, que después de los veinte segundos se apagaba.
- Ta-ta-tá... ¿Has visto, papá, que lo he apagado con una sola ráfaga? - dijo Pietrucio, mas ya, fuera de la luz de neón, su fanatismo guerrero se había desvanecido y los ojos se le llenaban de sueño.
- ¡Ojalá -se le escapó decir al padre- se hiciera pedazos! Les haría ver a Leo, a Géminis...
- ¡El león! -Michelino fue presa del entusiasmo-. ¡Espera! -Le había venido una idea. Tomó la resortera, la cargó con la gravilla de la cual siempre tenía en la bolsa una reserva, y tiró una ráfaga de piedrecillas con todas las fuerzas contra el GNAC.
Se escuchó la granizada caer diseminada sobre las tejas del techo de enfrente, sobre las placas de la tubería, el tintineo de los vidrios de una ventana golpeada, el gong de un pedruzco que pegó allá abajo en una concavidad de un fanal, una voz en la calle:
-¡Llueven piedras! ¡Eh, allá arriba! ¡Canalla!- Mas el anuncio luminoso, justo en el momento del tiro, se había apagado debido al fin de sus veinte segundos. Y todos en la mansarda se pusieron mentalmente a contar: uno dos tres, diez once, hasta veinte.
Contaron diecinueve, respiraron hondo, contaron veinte, contaron veintiuno veintidós por el temor de haber contado demasiado deprisa, pero no, nada, el GNAC no se reencendía, quedaba un negro garabato mal descifrable trenzado a su castillo de sostén como la vid a la pérgola. -¡Aaah!- gritaron todos y la capa del cielo se alzó infinitamente estrellada sobre ellos.
Marcovaldo, interrumpido a mano alzada en la bofetada que quería dar a Michelino, se sintió como proyectado en el espacio. La oscuridad que ahora reinaba a la altura de los techos hacía como una barrera oscura que excluía allá abajo el mundo donde continuaban a girar en remolinos jeroglíficos amarillos y verdes y rojos, y guiñosos ojos de semáforos, y el luminoso navegar de los tranvías vacíos y los autos invisibles que empujan delante de sí el cono de luz de los fanales. De este mundo no ascendía más que una fosforescencia difusa, vaga como el humo. Y al alzar la vista ya no más deslumbrada, se abría la perspectiva de los espacios, las constelaciones se dilataban en profundidad, el firmamento rotaba por doquier, esfera que contiene todo y no la contiene ningún límite, y sólo un ralear de su trama, como una brecha, abría hacia Venus, para hacerla resaltar sola sobre la cornisa de la tierra, con su firme cruce de luz estallada y concentrada en un punto.
Suspendida en este cielo, la luna nueva, en vez de ostentar la abstracta apariencia de medialuna, revelaba su naturaleza de esfera opaca iluminada en torno por los rayos oblícuos de un sol perdido de la tierra, pero que de todos modos conservaba -como puede verse sólo en ciertas noches de plena primavera- su cálido calor. Y Marcovaldo al mirar aquella estrecha rivera de luna recortada allí, entre sombra y luz, sentía una nostalgia como de alcanzar una playa que permanece milagrosamente soleada en la noche.
Así quedaban asomados a la mansarda, los niños espantados por las desmesuradas consecuencias de su gesto, Isolina raptada como en éxtasis. Fiordaligi, que único entre todos distinguía la tenue buhardilla iluminada y finalmente la sonrisa lunar de la muchacha. La mamá se sacudió: - Vamos, vamos, es noche. ¿Qué hacen asomados? ¡Tomarán un achaque bajo este claro de luna!
Michelino apuntó la resortera en alto -¡Y yo apago la luna!-. Fue tomado por los pelos y llevado a la cama.
Así por el resto de aquella y por toda la noche siguiente, el anuncio luminoso sobre el techo de enfrente decía sólo SPAAK-CO, y de la mansarda de Marcovaldo se veía el firmamento. Fiordaligi y la muchacha lunar se enviaban besos con los dedos, y quizá hablándose con señas hubieran logrado fijar una cita.
Mas la mañana del segundo día, en el techo, entre los castillos del anuncio luminoso se recortaban sutiles sutiles las figuras de dos electricistas en overol, que verificaban los tubos y los cables. Con el aire de los viejos que preven el tiempo que habrá, Marcovaldo asomó la nariz y dijo: -Esta noche será de nuevo una noche de GNAC.
Alguien tocaba a la puerta de la mansarda. Abrieron. Era un señor con anteojos. -Disculpen, ¿podría echar una ojeada desde su ventana? Gracias -y se presentó-, Doctor Godifredo, agente de publicidad luminosa.
"¡Estamos arruinados! ¡Nos quieren hacer pagar los daños! -pensó Marcovaldo y ya se comía a los hijos con los ojos, olvidadizo de sus éxtasis astronómicos.- Ahora mira a la ventana y entiende que las piedras no pueden haber sido lanzadas sino desde acá". Intentó ponerse al cubierto: -Sabe, son muchachos, tiran así, a los gorriones, piedritas, no sé cómo es que fue a descomponerse aquel escrito de la Spaak. Pero los he castigado, ¡eh, si los he castigado! Y puede estar seguro de que no se repetirá más.
El doctor Godifredo puso una cara atenta. -En verdad, yo trabajo para la "Cognac Tomawak", no para la "Spaak". He venido para estudiar la posibilidad de una publicidad luminosa en este techo. Pero dígame, dígame lo mismo, me interesa.
Fue así que Marcovaldo, media hora después, concluía un contrato con la "Cognac Tomawak", la rival principal de la "Spaak". Los niños debían tirar con la resortera contra el GNAC cada vez que el escrito era reactivado.
- Debería ser la gota que derrame el vaso -dijo el doctor Godifredo. No se equivocaba: ya en el borde de la bancarrota por los fuertes gastos de la publicidad sostenida, la "Spaak" vio las continuas descomposturas de su más bella publicidad luminosa como un mal auspicio. La publicidad, que ahora decía COGAC ahora CONAC ahora CONC difundía entre los acreedores la idea de una ruina; a un cierto punto, la agencia publicitaria se negó a hacer otras reparaciones si no le pagaban los atrasos; el escrito apagado hizo crecer la alarma entre los acreedores; la "Spaak" quebró.
En el cielo de Marcovaldo la luna llena redondeaba en todo su esplendor.
Estaba en el último cuarto, cuando los electricistas regresaron a treparse al techo de enfrente. Y aquella noche, a caracteres de fuego, caracteres altos y anchos el doble de antes, se leía COGNAC TOMAWAK, y no había más luna ni firmamento ni cielo ni noche, solamente COGNAC TOMAWAK, COGNAC TOMAWAK, COGNAC TOMAWAK que se encendía y se apagaba cada dos segundos.
El más afectado de todos fue Fiordaligi; la buhardilla de la muchacha lunar había desaparecido detrás de una enorme, impenetrable doble v.



Del libro "Historias de Marcovaldo, las estaciones en la ciudad."

miércoles, 30 de mayo de 2012

La niña que aún no entiende de analogías

Le muestro a América la luna en la noche y me dice "no", luego Car me explica que para ella, la luna es ese dibujito que ve en un cuadro que hay colgado en su casa, de EZLN, el mismo que tengo en mi placard pegado, y que ella señala insistentemente. A América le gusta esa luna, la del dibujo de colores. Mira la luna real extrañada, pensando en que no se parece demasiado a la otra!



jueves, 24 de mayo de 2012

Reflexiones compartidas

Y Sabrina Ríos escribió:


Ser lo más humanamente posible que se pueda, cada día, cada instante, no es parecido a ser lo más humanamente posible que se quiera, cada día, cada instante. De la misma forma pero distinta sucede con aquello que permite que seamos humanos hoy, mañana quién sabe. Siempre podemos elegir. Es un derecho que nos fue otorgado. Nuestro libre albedrío existe aún en las situaciones más ajenas a nosotros. De modo que podemos elegir hacer lo que se pueda o hacer lo que quiera, con el cuerpo y con el espíritu. Generar realidades paralelas es una elección tan humana como recurrente, y llega al espíritu por extensión. Pero de aire no vive un cuerpo sólido como tampoco el espíritu de la nada.. Huir de la realidad es una elección a mi gusto poco acertada.. no sólo por mentirosa sino porque entramos en una vorágine donde estamos convencidos de que vamos recontra bien y avanzamos a pasos agigantados cuando en realidad estamos en un estado de pausa mental y espiritual que ni te cuento... cuando lo sólido se desvanece en el aire (malparafraseando a M. Berman) la caída es abrupta y no entendemos nada de lo que pasó.. Buscarse en otros mundos sin irse de la realidad lo creo más amable y sincero para con uno mismo. Entonces la claridad, entonces nosotros en todos los ámbitos, todos los planos. Nos vemos y nos gustamos, nos vemos y nos repudiamos, o nos abrazamos a medias casi con disconformidad, o nos amamos y nos sonreímos.. pero somos nosotros y somos reales. Ser real nos regala la posibilidad de disfrutar de lo que elijamos y deshacernos de lo que queremos desechar. Tener esa posibilidad nos pone en posición de búsqueda contínua. Digo que no la miremos de costado.. lo que es yo, pienso al menos, invitarla con un mate.. Namaste*


Y yo comenté:

Me gusta, todo esto... Yo por mi parte, elijo andar con los pies desnudos sobre la tierra, sintiendo el camino por donde piso, a la misma altura de los demás, mirando de frente, a los ojos... esa es mi conexión con la realidad, no es poca...

A veces el Facebook también tiene estas cosas, te permite saber que mas allá de las distancias, las reflexiones entre amigos se comparten, y hasta se dan en el mismo lugar de tiempo... Nada más... nada menos...

martes, 22 de mayo de 2012

Verdades que sin buscarlas, nos encuentran.


Un idiota in un posto importante è come un uomo in cima alla montagna: tutto gli sembra piccolo e lui sembra piccolo a tutti.

Un idiota en un lugar importante es como un hombre en la cima de la montaña: Todo le parece pequeño, y él parece pequeño a todos.

(Las cosas que uno encuentra por ahí, en busca de otras cosas, que nada tienen que ver con ello!)

martes, 15 de mayo de 2012

Estrellas que se mueven

Hace días que este recuerdo asalta mi cabeza.
Desde que mamá insiste con el hotel que reservó en Sierra de la Ventana, que tiene pileta cubierta, y que entonces hay que llevar malla...
Mi recuerdo, mi pensamiento, es de otra índole, mucho más simple.
Sierra de la Ventana es sobre todo recuerdos. Hace años que solamente pasamos por allí, almorzamos al pie de la sierra, justo en la parte del camino donde se divisa la ventana, para luego seguir rumbo al sur... "Algún día tenemos que volver a entrar al pueblo", siempre nos decimos... y ese algún día será en algunos días más...
Ahora las cosas se hacen por internet. La situación es otra, la vida es otra, las posibilidades económicas también. Nosotros somos grandes, el auto es más chico.
Los años '90 transcurrían distintos, dos padres en una casa grande, con un montón de chicos, viviendo el día a día... Padres dispuestos a salir de vacaciones sea como sea, con sus constantes y variables. ¿Constantes? Un auto cargado hasta las tapas, de gente, carpas, frazadas, cacerolas y demases menesteres... ¿Variables? La cantidad a kilómetros a recorrer. El viaje siempre comenzaba por Sierra de la Ventana. Podía ocurrir que allí comenzara y terminara, o podía seguir. ¿Los rumbos? El mar: Las Grutas, Península de Valdés... La Montaña: Esquel, El Bolsón, Bariloche... Y a veces, el combo era extenso, y la gira abarcaba todo eso.
Sierra de la Ventana era el punto de partida, ese primer lugar de parada, aunque más no fuese por una noche o dos. Cuando la economía apretaba, las vacaciones eran simplemente eso, de ida y vuelta.
Camping libre, naturaleza en el estado más puro... El río, el pasto, el fuego en la madrugada con una cacerola gigante para hacer el café para todos.
Pero mi actividad preferida era otra. Había que esperar a que oscurezca, y cuando oscurecía, las sombras eran totales.
Eso sí... ni bien oscurecía había que ponerse en campaña, porque sólo ocurre en el lapso de una hora, a partir de que el sol se pone del todo.
Papá armaba un concurso de esto. La actividad consistía en acostarse en el pasto. Muchas personas, de muchos tamaños y edades, acostadas en el pasto mirando la inmensidad del cielo y las estrellas. Y en el medio de todo eso había que descubrirlos.
Satélites... Satélites artificiales, de esos que ahora sirven para ver la tele, o comunicarnos con la otra mitad del mundo. Esos últimos rayos de sol los reflejan, cuando en esta parte del mundo la superficie ya está oscura, y entonces ellos se hacen visibles. "Son como una estrella, pero se mueve". Y así pasábamos el rato, en la oscuridad, en nuestro concurso de satélites, a veces exitoso, a veces no tanto... "Mirá, mirá, ahí hay dos, y se están por cruzar"... "¿Pero por dónde? Algo más arriba de Rígel... los ves?" ... "Guarda, que entra al cono de sombra y ya no se vé más" (porque también suceden esas cosas, si el sol les deja de pegar, entran al cono de sombra).
Desde que me dijeron de ir a Sierra de la Ventana que espero esto. Quiero ya un concurso de satélites. Uno de los recuerdos mas nítidos y felices de mi niñez, que espero poder seguir llevando a cabo en mi adultez, y quien sabe un día, transmitirle a mis hijos.
Cuestiones de la vida moderna (esto de los satélites), que a veces no está tan mal, cuando ante nuestra humilde percepción se convierten en pequeñas estrellas que se mueven.

Para mis padres, por sus ganas de enseñarnos siempre lo bueno de lo más sencillo, con amor...

sábado, 12 de mayo de 2012

Gente que inspira

La que se interesa con tu opinión, y está siempre dispuesta a escucharte.
La que está, se te acerca con una sonrisa, y busca compartir un momento con vos.
La que te viene de igual a igual, de frente, mirando a los ojos dejando todo ego-ismo de lado.
La que siempre resulta un soplo de viento fresco para el alma.
La que te abraza sin mas, perdiendo la conciencia del espacio y del tiempo en donde ese abrazo se produce.
La del lenguaje de las miradas, mucho más efectivo que mil palabras.
La de los gestos simples, lo más importantes.


Gente que inspira.

martes, 1 de mayo de 2012

Mayo 1. Día de los trabajadores.

Tecnología del vuelo compartido. El primer pato que levanta vuelo abre paso al segundo, que despeja el camino al tercero, y la energía del tercero alza al cuarto, que ayuda al quinto, y el impulso del quinto empuja al sexto, que presta viento al séptimo...
Cuando se cansa, el pato que hace punta baja a la cola de la bandada y deja su lugar a otro, que sube al vértice de esa V que los patos dibujan en el aire. Todos se van turnando, atrás y adelante; y ninguno se cree superpato por volar adelante, ni subpato por marchar atrás.

Eduardo Galeano. del libro "Los hijos de los días", 2012.

viernes, 27 de abril de 2012

Esa magia

América entra a mi cuarto, me mira y señala el equipo de música con cara de "a tu tarea, tía", así ella me pide que haga esa magia... Aprieto un botón, suenan los primeros acordes, la magia se produce... América aplaude y mueve la cabeza al compás.
Y así entiendo todo, todo lo que esta mañana vi en la facultad a cerca del lenguaje gestual, la palabra hablada es menos del 50% de la comunicación, y alguien te puede decir todo, todo, sin palabras... No hacen falta las palabras, simplemente nos entendemos, compartimos un gusto, y lo disfrutamos juntas, y aunque todavía no hable, me deja bien en claro lo feliz que todo ésto la hace!!


sábado, 7 de abril de 2012

Ego

Una pequeña duda me llevó a buscar en el word reference la exacta definción de la palabra ego:

Aprecio excesivo que una persona siente por sí misma:
el más mínimo halago engorda su ego.

Pienso a cerca de esto, y entonces entiendo que el ego es un mal compañero, que tener un ego alto no es lo que nos hace verdaderamente felices. Que la vida se trata de otra cosa, se trata de creer en uno mismo, y de creernos siempre capaces de poder llevar a cabo aquello que nos propongamos. El ego es mal compañero de vida, no nos permite ver qué es lo que tenemos alrededor, nos separa de nuestros pares haciéndonos creer que somos superiores, que sólo nuestra forma de ver o hacer las cosas es la correcta. Hay que apalear al ego, dejarlo chiquito, hay que siempre saberse sobre esta tierra, todos a la misma altura, caminando a la par, creyendo en nosotros mismos, en los que nos rodean, nos aconsejan y nos quieren.

viernes, 6 de abril de 2012

El que me dice "qué contás?" está dispuesto a escucharme, el que me pide una opinión, está dispuesto a escucharme, a mí me gusta esa gente, Quiere decir que ven más allá de su ombligo, que miran a su alrededor, y están dispuestos a nutrirse de los demás, y compartir su vida...

sábado, 24 de marzo de 2012

C'e Bisogno!!


C'è bisogno di aguzzare la vista
Per capire quali sono gli amici
Bisognerebbe restare svegli
Per scoprire tutti i nemici
Ci vorrebbe un paio di scarpe nuove
Per partire, per scappare lontano
E poi seguire una traccia sbagliata
Perdersi meglio e non tornare più indietro
Non c'è bisogno di una foto ingiallita
Per vedere quanto siamo cambiati
Non c'è bisogno...no!
Bisognerebbe fermarsi in tempo
Non aver fretta ma rallentare
Bisognerebbe solo ascoltare
o ancora meglio, cambiare canale
C'è bisogno di stare attenti
Nell'osservare la nostra storia
Guardarsi indietro e poi capire
Che c'è bisogno di più memoria
Si, c'è bisogno!
Ci vorrebbe una muta di corde nuove
Per suonare sempre scordati
C'è bisogno di nuove canzoni
Con parole per sognare più forte
Bisognerebbe fare sogni grandiosi
Oltre la noia e le nevrosi
Avere cura, avere pazienza
Di tutta quanta l'intelligenza...
Si, c'è bisogno!
C'è bisogno!
Si, c'è bisogno!

Se necesita aguzar la vista
para entender cuáles son los amigos
Sería necesario quedarnos despiertos
para descubrir todos nuestros enemigos.
Necesitariamos un par de zapatos nuevos
para irnos, escaparnos lejos
y luego seguir una pista equivocada
Perdernos, mejor, y no volver hacia atrás.
No se necesita una foto amarillenta
para ver cuánto hemos cambiado
no se lo necesita... no!
Sería necesario pararnos en el tiempo
no tener apuro, más bien frenar
Sería necesario sólo escuchar
o aún mejor, cambiar el canal.
Se necesita estar atentos
en observar la nuestra historia
mirarse hacia atrás
y luego entender
que se necesita más memoria
si! se encesita!!
Necesitaríamos un juego de cuerdas nuevas
para tocar siempre afinados
Se necesitan nuevas canciones
con palabras para soñar mejor
Se necesitaria tener sueños grandiosos
más allá del aburrimiento y la neurosis
tener cuidado, tener paciencia
de toda aquella inteligencia
Si! Tenemos necesidad!
Hay necesidad!
Si! Tenemos necesidad!

viernes, 3 de febrero de 2012

Tengo...


Hoy me regalaste un sueño
y me desperté sonriendo
al pensarete acá, acá...
la casa será una fiesta
cuando cruces ésta puerta
amor, amor...

ésta es la verdad
tengo que decir
que no tengo grandes cosas para pedir
tengo mi piano y mi taza de café
personas que amo y engrandecen mi ser

tengo sueños que me hacen desvelar
tengo cosas que no se podrían comprar
tengo tus besos y tengo tu abrazo
tengo lo que quiero, tengo todo tu amor!

Hoy me regalaste un sueño
y me desperté sonriendo
al pensarte acá, acá...

Manu Pineda.

No veo la hora de abrazarlos a los dos juntos!!