lunes, 17 de agosto de 2015

¿Qué es el alma?

Qué es el alma?

Desde que el corazón de papá dejó de latir, hace exactamente un mes, que me pregunto qué es el alma.
Como dice el cantante Jovanotti "el mundo es más complejo que una definición". Y desde entonces doy vueltas intentando encontrar una explicación a todo ésto que siento, y que no sé cómo definir:
Una mezcla de yunque pesado que se posó sobre mi cabeza, de tristeza que se me hace indeleble, y de sentir que el cuerpo de papá ya no está, pero a su vez está repartido en todos los cuerpos de aquellos a los que les dejó algo adentro suyo. Papá dejó de ser uno para ser muchos, o mejor dicho, siempre fue muchos. Papá ES en cada uno de los que ayudó, y en cada uno de los que lo ayudaron. Mi viejo, sinónimo de la palabra DAR, y de la palabra ENSEÑAR.
Hoy lo entendí, en el medio de una tormenta que pareció eterna, que nos agarró con muchos rayos y mucha agua, cuando cruzando muchos metros de una calle muy anegada con el auto, Agustina al volante sabía muy bien lo que tenía que hacer: no asustarse, ir despacio y bajo ningún concepto
frenarse. Lo había aprendido este verano, cuando en un contexto semejante papi le había enseñado la teoría, llevada a la práctica inmediatamente, de cómo vadear un arroyo. Y ahí estaba hoy, cuidando a estas cuatro mujeres subidas a un auto en medio de una calle convertida en lago, se había encargado de transmitirlo, y sus palabras certeras y llenas de sabiduría llegaron a nuestras mentes para cuidarnos. Así como en la ruta, en medio del diluvio, una voz en mi cabeza me hizo decirle a Agustina que bajara la velocidad, que iba muy rápido. Él estaba ahí, salió de mi voz, pero era él, él en mí, en la certeza que tuve de que estaría diciendo exactamente eso si pudiera hablar.
Qué es el alma? Es eso que le regaló a cada uno que haya tenido la suerte de conocerlo, y que seguramente, en algún momento de su vida sea una enseñanza para hacer de esa persona algo bueno para su vida.
Papá está por todos lados, y eso me llena de emoción.
Ojalá la tristeza de a poco se vaya destiñendo, como el color de las tinturas con los lavados. Sé que su huella se queda en nosotros para siempre, para cuidarnos, para convertirnos en mejores personas.
Ojalá aquellos que hayan recibido un poquito de esa herencia, y la tengan en su haber, sepan valorarla y cuidarla. Serán tristes quienes no tengan semejante sensibilidad.
Sé que tengo un RE PAPÁ. Y que me dejó de herencia una RE FAMILIA. Y es por  ÉL y por ELLOS que hoy sigo adelante.