jueves, 7 de diciembre de 2006

Una vieja historia (primera parte)

El asunto es así. Una vez, escribí ésto, para mi, para recordarlo. Una vez se lo mostré a León, que fue el partícipe e inspirador de todo ésto, y fué él quien me dijo que tenía que publicarlo de algún modo. Así fue que fue a parar a una página de internet, página que no sé por qué, pero hace poco dejó de funcionar. Como considero que debo hacerle honores al tipo que me impulso a escribir, y a publicar todo ésto, es que quiero que siga estando presente en algún lugar de la web, por eso, y por toda la gente que habiéndolo leido a encontrado algún tipo de satisfacción, y por todos los amigos que ésto me trajo aparejados. Por todo ésto es que quiero que al menos en un recóndito lugarcito de la web, pretendo que este texto siga vivo. Va a ir por partes, así como fue escrito. Día a día iré agregando más! Espero les guste!!


Introducción:

Así comenzó todo…

En febrero de 1997 fue que lo descubrí. Nos habíamos ido a pasar unos días a Olivera, el pueblo en el que viven mis dos hermanos mayores hace ya varios años. Yo estaba pelando papas en la cocina, y a mi hermano Esteban no se le ocurrió mejor idea que poner un poco de música. Así fue que empezó a sonar el disco “Mensajes del alma”, recuerdo que le pregunté quién era el que cantaba: León Gieco. Lo escuché con atención, me gustó tanto que cuando terminó de sonar fui y lo puse de nuevo. Así empezó todo.
Pero, aunque “Mensajes del alma” sonaba seguido en mi casa, no fue sino hasta julio de ese año que comenzó esta obsesión por León. Había salido una publicidad en el diario página 12, en la que se invitaba a los lectores a los recitales que se llevarían a cabo en el teatro Cervantes. Mis hermanos fueron a buscar entradas, y fue ahí que lo ví por primera vez…Era la presentación de su disco “Orozco”, al cual primero le dedicó un rato en el que contó cómo eran las canciones que lo componían. Luego comenzó la verdadera fiesta. El show duró mas de dos horas, fue magnífico. Muchos de los clásicos de León los conocí esa noche, porque hasta ese entonces los únicos temas que yo conocía eran los que figuran en “Mensajes del alma”. Han pasado muchos recitales desde entonces, pero ese será para mí el mejor que presencié en mi vida. Desde esa noche no pude dejar de escucharlo.
En Octubre se hace un gran recital en la cancha de Ferro, por los 20 años de las Madres de Plaza de Mayo. Sufrí mucho por no poder ir, pero era muy chica para ir sola. En ese momento no comprendí a mi viejo cuando me dio su “No” rotundo; pensé en la maldad que me estaba haciendo, pero hoy sé que fue por mi bien, no porque haya pasado algo malo, sino simplemente porque entendí que si lo hacía era porque había una razón para que no me dejara ir.
Mis amigas me habían regalado el Cd de “Orozco” para mi cumpleaños. Fue por los días cercanos al recital de las Madres que mi cuñado, que trabajaba con “La Renga”, lo llevó a donde ensayaba la banda una tarde que Gieco iba de visita, y fue así que me autografió el librito del disco. Me acuerdo que cuando lo vi todo garabateado no lo pude creer, fue un gran momento de felicidad, uno de los tantos grandes momentos que me daría el destino junto a León…

No hay comentarios: