martes, 29 de septiembre de 2009

Sueños y semillas

A un lado la vía, al otro, el cementerio de la recoleta... un clima gris, y las procesiones con pequeños cajones que no paraban de pasar... me desperté sobresaltada y un escalofrío me recorrió la espalda... me tapé con el acolchado como si éste fuese a protegerme de los fantasmas que asechaban en la oscuridad de mi habitación. Estaba torcida, acostada sobre el brazo derecho inerte por el aplastamiento de mi propio cuerpo, que empezó a hormiguear y a despertarse... no me podía sacar el pensamiento del sueño horrible de la cabeza, tan real que me encontró paralizada del miedo. Decidí cambiar de posición, desenredé los brazos, me puse boca abajo, intenté relajarme, pensar en otras cosas, en la muerte tal y como la estoy estudiando en el día de los muertos de México, en la muerte como burla, con alegría... pensé en las guirnaldas, en las formas, en los colores a usar en el próximo trabajo. Pensé en el mar, dejé a la mente semi dormida divagar un poco, y me encontré pensando en escribir ésto a la mañana siguiente, o ahora, tal y cómo lo estoy haciendo, me encontré enumerando a los Beatles John, Ringo, Paul y... no lograba recordar al cuarto... John, Paul, Ringo... el ruido en la escalera me sobresaltó, la Gorda pidió que le abriese la puerta, prendí la luz, los fantasmas se disiparon, volví a la cama y me quedé dormida... Me desperté con el sol fuerte, a pesar del día frío, "George!" me dije...

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