domingo, 25 de mayo de 2008

Gracias a la música, hay reencuentro

Por donde empezar a describir cuándo todo es emoción?
Era viernes a las 4 de la tarde y ya me empezaban a subir los nervios, no sé por qué habría de ponerme nerviosa yo, pero así fue.
Es que era mucho más que un par de días de música. Era compartir la emoción con un amigo muy querido, de algún modo seguir acompañándolo en cada uno de los pasos que fue y que va dando. Era volver a ver a muchas caras que sólo veo en esos contextos.
Mucho más que un simple recital, un gran reencuentro, en donde lo que más vale termina siendo eso, abrazar a un montón de gente que querés, y que por cuestiones de tiempo y de distancia no podés ver tan seguido. Por eso es que aún dura la emoción.

Abel en el opera

No hay comentarios: