sábado, 3 de mayo de 2008

Otoño en Ernestina


"Me gusta andar por mi pueblo
recorrer los lugares aquellos
cada minuto valía una vida
dulce canción de los tiempos
de vos me acuerdo..."
León Gieco

Para ver más fotos, click ACÁ


Me había olvidado que escribí esta carta en un blog, hace algún tiempo, escribí:


"Ernestina tiene plaza, una plaza triangular" esos son los versos que primero vienen a mi memoria al acordarme de este pueblito perdido en la provincia de Buenos Aires. También están clavados en mi mente aquellos que Natalia escribe entre comillas, pequeña descripción escrita por alguien que vivió allí muchos años, y que sin dudas allí dejo su corazón. Esos versos forman parte de una poesía que se titula “Un médico rural” y que fue una suerte de “autobiografía” escrita por mi abuelo Humberto Terrizzano. Mi padre es otro de los afortunados que creció en ese pueblo. Y me atrevo a decir que es un afortunado, porque si hay algo que hace que sus ojos claros brillen con más intensidad, es cuando habla de su infancia en el campo. Las anécdotas se hacen interminables, y los personajes, el pueblo, cobra vida; y los hechos, todas esas macanas que nos cuenta que se mandaba, los vivimos como si estuviésemos allí, en ese preciso instante. Y el recuerdo ya no es recuerdo, sino algo palpable, que está ahí. He tenido la suerte de ir a Ernestina en varias ocasiones para visitar a mis tios Fernando y Alicia. Todas y cada una la recuerdo con mucho gusto. En especial la fiesta del centenario del pueblo. Y si bien yo me crié en medio de la capital federal, sólo me basta verlo a mi viejo, a Marcelo, a “Marcelito”, como le decían allí, ver con el orgullo que habla de su origen, con el amor que recuerda a aquel lugar, con todos sus personajes, para llenarme de emoción al leer este texto tan sentido, pues yo también me he vuelto una persona que ama ese pueblo con casitas de bazar, y su plaza triangular…Sólo tengo una crítica constructiva que hacer y es con respecto al tema de los ranqueles. Creo que lo que ha sido desafortunada es la utilización del término “invasión”, ya que en realidad los ranqueles eran los habitantes originarios de esas tierras, es decir, no las habían invadido. Lamentablemente, el genocidio indígena ocurrió en toda nuestra América, a manos de los que realmente fueron los “invasores” de estas tierras en las que ya vivían civilizaciones enteras.
Publicado por: María Victoria Terrizzano. 15 de marzo de 2007.

No hay comentarios: