martes, 1 de junio de 2010

¡Oid el ruido de rotas cadenas!

No puedo con mi genio... es más fuerte que yo... Y si puedo confiar en que doce uvas pueden bastar para echar a perder mi suerte (ver, doce campanadas, doce uvas, doce meses), también puedo pensar que entonces mi problema no son las uvas de año nuevo, sino que son las roturas que permanentemente hago a toda cadena de mail que me envían, y que me promete la felicidad eterna si yo le reenvío tal cosa a 12, 20, 3o... contactos? Mujeres? Amigos de verdad?... y a mi, que no me gusta jorobar demasiado a mis... contactos... mujeres? Amigos de verdad? con éstas cosas... rompo las cadenas, y así dejo otra vez la suerte echada a que realmente no creo en qué un rayo me vaya a partir la cabeza mañana, o que ahora, por ésto, no vas a encontrar el amor en tu puta vida... Todavía no creo... pero si empiezo a creer?? entonces... Entonces estoy completamente fregada!!!!!

1 comentario:

Adrián Terrizzano dijo...

Detesto esas cadenas y no le reenvío un correo a nadie aunque por mi culpa muera de inanición un bebito enfermo. Son una peste informática.